Un equipo de la Universidad de Granada valora las secuelas neuropsicológicas de 16 mujeres de Vícar que han sufrido violencia de género

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Las pruebas buscan evidencias científicas sobre fallos de memoria, patrones de comportamiento, atención o capacidad de movimiento en las víctimas

Vícar, 9 de junio de 2022: Un equipo de neuropsicólogas de la Universidad de Granada analizan estos días mediante distintas pruebas y cuestionarios, las secuelas neurospsicológicas que padecen las mujeres víctimas de violencia de género en el municipio de Vícar. En esta fase del estudio, que forma parte del programa Believe, se están llevando a cabo entrevistas personales con un total de dieciséis víctimas de violencia de género, que han sido derivadas por el Servicio de Atención Psicológica del Centro Municipal de Información a la Mujer de Vícar, para la determinación de las posibles huellas neuropsicológicas  y neurocognitivas que de una manera específica se producen sobre las mujeres que son víctimas de este tipo de violencia.

 

Según ha explicado Natalia Hidaldo, una de las investigadoras del programa, “el objetivo de estas pruebas, para las que se toman en consideración un importante número de variables, es encontrar las evidencias científicas que inciden en las mujeres que son víctimas de violencia de género, valorando, los tipos de lesiones recibidas, su estado emocional o sus niveles de memoria, atención o flexibilidad. Para ello, se están realizando unas pruebas de carácter teórico, por medio de tests y cuestionarios sobre violencia emocional, y otras pruebas objetivas, con tareas concretas, para analizar la memoria a medio plazo, la atención, o los cambios de comportamiento. La idea es encontrar un instrumento que permita delimitar el alcance real de los daños y validarlo después comparando todos esos parámetros con los correspondientes a mujeres que no hayan sido víctimas de este tipo de violencia, para ponerlo a disposición de los Centros Municipal de Información a la Mujer como una herramienta más en un tratamiento integral de este tipo de casos”, concluyó.

 

La presente investigación amplía el objetivo de estudio, analizando el cerebro en su totalidad y pretende ser la base para nuevas formas de abordar las secuelas que produce la violencia de género, que van desde problemas de razonamiento, toma de decisiones, atención, memoria, que perjudica seriamente a estas mujeres en diversas situaciones, como en los propios procesos judiciales, en los que esa misma falta de memoria o la dificultad para articular razonamientos o discursos puede alterar el sentido final de los fallos judiciales.

 

 “En nuestro estudio encontramos que un número importante de mujeres supervivientes de violencia de género muestran secuelas cerebrales evidentes tras la violencia. En estas mujeres, se da  además una asociación de dichas alteraciones con determinadas experiencias adversas sufridas, como son el estrés postraumático, los intentos de estrangulamiento, traumatismos cerebrales provocados por su pareja junto con eventos traumáticos durante la infancia. Las alteraciones encontradas podrían así ser explicadas por  estos posibles mecanismos causales”, señala Natalia Hidalgo, quien cree que “es vital hallar las evidencias científicas que explican este tipo de secuelas, pues se trata de daños que en muchos casos no son atendidos debidamente y que sin embargo perjudican de forma notable el desarrollo vital de estas mujeres”.

 

Para el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, “el apoyo psicológico es un aspecto crucial en la atención a las mujeres que son víctimas  de este tipo de violencia, y estudios como éste pueden proporcionarnos las herramientas necesarias para una rehabilitación integral de las mujeres que la sufren”.

 

Se trata del primer estudio de este tipo que se realiza a nivel mundial utilizando técnicas de Resonancia Magnética Estructural con una metodología de ‘cerebro completo. La mayoría de los estudios de neuroimagen previamente realizados con mujeres supervivientes se habían centrado en el estudio de una zona concreta del cerebro vinculada con el estrés postraumático.

 

A lo largo de esta investigación que se espera haya concluido antes de que finalice el año, se está trabajando sobre una muestra de al menos 800 mujeres de entre 18 y 62 años, dieciséis de las cuales son de Vícar, a quienes tras una primera evaluación realizada en el propio CMIM, para evaluar su nivel de estrés postraumático y posibles variables asociadas, se les realizó un estudio neuropsicológico, como última prueba antes de una Resonancia Magnética Estructural para analizar su cerebro completo, unos tests que se han realizado en el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento del Campus de Cartuja en Granada.

 

La última fase del proyecto prevé la aplicación de un tratamiento psicológico específico, gratuito y online de 24 sesiones de duración para aquellas mujeres en las que se aprecie una situación de estrés postraumático complejo. Esta fase está aún pendiente de realizarse, aunque se prevé que pueda iniciarse en breve plazo.

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